10 LUGARES QUE VISITAR EN LONDRES: LOS IMPRESCINDIBLES


Una ciudad como Londres atesora un montón de lugares que visitar. Pero siempre hay forma de escoger cuales son aquellos sitios que, bien por su historia, por su magnífico patrimonio o simplemente porque son emblemas de la capital británica, se hacen imprescindibles. Y aquí te contamos los 10 que, bajo nuestro punto de vista, no deberían faltar en una primera visita a Londres. Puede que no sean los más originales, pero si estos lugares son considerados los mejores, por algo será! ¿Listos para descubrir los lugares imprescindibles de Londres?

1. Palacio de Westminster y el Big Ben

Palacio de Westminster Big Ben

Posiblemente se trata del edificio más elegante, con clase y majestuoso de Londres, con su estilo victoriano y lleno de pináculos dorados que se reflejan en el Támesis. El Palacio de Westminster es la sede del Parlamento inglés (formado por la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lords) y en su imponente estructura destaca la Victoria Tower, una torre donde se hallan las copias de todas las leyes aprobadas por el Parlamento desde el 1497. Y cómo no… el Big Ben.

Aunque la mayoría de la gente no lo sepa, el Big Ben es el nombre del reloj (en realidad es una enorme campana) que se ubica en lo alto de la Torre de St. Stephen (que para hacer las cosas aun más complicada ahora ya no se llama así sino “Elizabeth Tower”). Desde el 7 de septiembre de 1859 marca la hora más famosa en Gran Bretaña, y es sin duda uno de los lugares que visitar en Londres.

2. Abadía de Westminster

Abadía de Westminster

Fue construida entre 1045 y 1050 por Eduardo el Confesor para cumplir con un voto de fe, y posteriormente reconstruida y ampliada a lo largo de los siglos. También su estilo se fue renovando con el tiempo, pasando de románico a gótico. A día de hoy, junto a la Catedral de Saint Paul, es uno de los edificios religiosos más importantes de Londres y la principal iglesia anglicana del mundo.

Todos los monarcas ingleses desde el 1066, año de la investidura de Guillermo el Conquistador, han sido coronados aquí, en el Trono de Eduardo, construido ni más ni menos que en el siglo XIII. También es el lugar donde se celebran las bodas reales (16 en total, la última ha sido la de Guillermo de Gales y Kate Middleton), y funerales, como el de la princesa Diana de Gales.

Recorrer sus pasillos y estancias es como regresar a la Edad Media, a través de lugares emblemáticos como la Lady Chapel, los claustros, la sala capitular y el College Garden. Aquí también se puede ver una impresionante hilera de tumbas y mausoleos de personajes históricos significativos, como reyes y numerosos escritores de prestigio (en el conocido como “Poets’ Corner”). Aunque la entrada pueda parecer cara (lo es), merece la pena conocer de cerca este edificio tan importante en la historia británica.

3. Catedral de Saint Paul 

lugares que visitar en Londres

Si la Abadía de Westminster tiene el corazón de los londinenses, la Catedral de Saint Paul es la que recibe más flashes: sin duda es una de las catedrales más bonitas y sorprendentes del mundo, con su incalculable riqueza arquitectónica y artística. Aquí se celebraron eventos tan importantes como la boda de Carlos y Diana o los funerales de Whiston Churchill, del Duque de Wellington o de Margaret Thatcher.

Su historia es larga y muy interesante. El emplazamiento, en el punto más elevado de Londres, ya fue utilizado por los antiguos pobladores para colocar sus lugares de culto, y fue en 604 cuando se construyo la aquí la iglesia más antigua de Londres. Con el incendio de 1666 quedó destruida y en 1676 se reconstruyó llegando, poco a poco, a convertirse en la catedral clásica y barroca que podemos admirar hoy en día.

La protagonista de la obra maestra de Christopher Wren es la cúpula, la segunda más grande del mundo, solo detrás de…. (a ver si adivinas), San Pedro del Vaticano. La cúpula de Saint Paul está formada por 3 galerías circulares interiores, que pueden visitarse (eso sí, tras subir unos cuantos escalones): la Galería de los Susurros, la Galería de Piedra, y la Galería Dorada, situada a 85 metros de altura, con unas vistas impresionantes del Támesis y la City. Pero ojo, su altura total es de 111 metros, lo que le supuso ser el edificio más alto de Londres desde 1710.

4. Buckingham Palace y el cambio de guardia

Buckhimgham Palace

Se trata, ni más ni menos, que de la residencia oficial del monarca británico, vamos que es donde la Reina Isabel II toma el té de las cinco la mayoría de días. También se utiliza como sede de ceremonias oficiales y visitas de Estado. Entre sus paredes se han dado algunos de los capítulos más interesantes de la historia de Gran Bretaña, como aquel en el que Michael Fagan, desempleado irlandés y padre de 4 hijos, consiguió eludir a los guardias y llegó a la habitación de la mismísima Reina. Te recomendamos la serie de éxito The Crown para hacerte una idea.

Frente al palacio tiene lugar el famoso cambio de guardia, una ceremonia única en el mundo, en la que los guardias encargados de la seguridad real son relevados y desfilan al son de marchas militares, sin que sus gorros negros y peludos se caigan. Se celebra cada día a las 11.30 durante el verano (en otras épocas del año es cada dos o más días).

5. Torre de Londres

Torre de Londres

Es difícil imaginar como uno de los símbolos más emblemáticos de Londres, en el pasado fue uno de los más oscuros. Y es que la Torre de Londres ha sido durante casi 1.000 años una de las prisiones más temidas de toda Inglaterra. Se cuenta que pocos pudieron salir de allí con vida y que las condiciones eran terribles: muchos prisioneros eran torturados durante días, meses y años antes de ser ejecutados en la cercana Tower Hill (si no morían antes).

Por suerte el ambiente hoy en día es más alegre y, de hecho, es una visita muy recomendada. En el interior se pueden ver objetos interesantes como las Joyas de la Corona (una valiosísima colección de joyas, cetros y espadas), además de los edificios que la componen, como la White Tower (la torre principal que sirvió como residencia real, armería y prisión), el Palacio Medieval, la Capilla Real de San Pedro ad Vincula (donde descansan los restos de famosos prisioneros) o la Torre Sangrienta.

Y luego están los cuervos… Según la tradición, el día que los cuervos abandonen la Torre, esta caerá, así como la Monarquía y el prestigio de Londres. Y si crees que “total, es una simple leyenda”, estás muy equivocado. Los británicos se lo toman muy en serio, tanto que crearon la figura del Ravenmaster, que se ocupa de ellos.

6. Tower Bridge

Tower Bridge

El Támesis, a lo largo de sus 346 millas, encuentra muchos, muchísimos puentes, pero ninguno tan imponente y fascinante como el Tower Bridge. Este puente, de claro estilo victoriano, se emplaza a pocos metros de la Torre de Londres y es uno de los lugares imprescindibles que visitar en Londres.

Contrariamente a lo que muchos piensan, el Tower Bridge no fue el primer puente sobre el Támesis en Londres (ese honor está en manos del cercano London Bridge). De hecho es bastante reciente: a finales del siglo XIX era necesario crear otro paso que uniera las dos orillas del río debido al crecimiento exponencial de la ciudad, y para que el tráfico fluvial no se viese comprometido, se optó por la modalidad de puente levadizo: así nació en 1894 el Tower Bridge.

Con una longitud de 244 metros y dos torres de 65 metros, distantes 61 metros la una de la otra, el puente se levanta un millar de veces al año gracias a un sistema movido por bombas de vapor hasta el año 1974 desde entonces por un nuevo sistema hidroeléctrica (los horarios de levantamiento se publican en su sitio oficial www.towerbridge.org.uk).

Puedes descubrir más sobre este y otros temas en la exposición del Tower Bridge, aunque a nosotros no son los detalles técnicos los que nos entusiasmaron de este rincón londinense sino la atmósfera que lo rodea: desde el puente se obtienen fantásticas panorámicas de la Torre de Londres y del Támesis, y pasear por él es sin duda uno de los must de un viaje a Londres.

7. British Museum 

British Museum

El British Museum (Museo Británico para los amigos) contiene una de las colecciones de antigüedades más grandes y famosas que existen, y que le permiten ser el tercer museo más visitado del mundo, tras el Louvre de París y el Metropolitan de NYC. Activo desde el 1759, entre sus muros guarda más de 7 millones de objetos (no todos en exposición, claro). En el ‘British’ puedes encontrarte desde una momia (la sección egipcia es la más grande del mundo tras la del museo del Cairo) hasta un moai de la Isla de Pascua.

Además hay obras de valor incalculable, como los mármoles de Elgin (también conocidos como mármoles del Partenón), la Piedra Roseta (que fue clave para descifrar los jeroglíficos y abrir el paso a la egiptología), la mayor colección de porcelana china de Europa, el busto de Pericles, la copia romana del Discóbolo, la mayor colección numismática del mundo, el dibujo de la gran ola de Kanagawa, el Obelisco de Nectanebo II y mucho más.

Podrás disfrutar también de una sección etnológica sin precedentes con salas etnográficas africana, islámica, americana y asiática. Vamos, que sin duda es una de las 10 cosas que ver en Londres!

Y todo esto gratis (aunque hay una “donation box” para colaborar con lo que creas conveniente, ellos te sugieren 5£). Es sin duda uno de los lugares que visitar en Londres en un primer viaje!

 

8. Piccadilly Circus

Piccadilly Circus

Si Nueva York tiene Times Square, Londres tiene Piccadilly Circus: esta plaza (que en realidad es una intersección de calles) es el lugar de encuentro de londinenses y meca de los turistas de todo el mundo. El nombre Piccadilly proviene de la Piccadilly Hall, una casa perteneciente a Rober Baker, el famoso sastre que vendía piccadills (tipos de cuellos) que se encontraba aquí.

Tres cosas te llamarán la atención: la Fuente de Eros, que domina el centro de la plaza (aparte de ser fuente de agua también es fuente de críticas por la excesiva sensualidad de la estatua). Los famosos carteles luminosos que atraen la mirada de turistas y recién llegados desde 1923. Y las inagotables propuestas de ocio y vida nocturna de la zona, como las tiendas de Regent Street o los bares, restaurantes y teatros del cercano y controvertido barrio de Soho.

9. Hyde Park

Hyde Park

Posiblemente el parque más famoso de Londres y el más grande de su zona centro. Si necesitas un par de horas de desconexión del ajetreo de la capital británica, este es tu lugar. Además, si vas un domingo por la mañana, tendrás la oportunidad de asistir a uno de los discursos de temática variada en el conocido como “speakers corner”, un punto donde, desde finales del siglo XIX y popularizado en la Segunda Guerra Mundial, la gente va a opinar sobre cualquier tema.

A lo largo de su dilatada historia ha albergado un coto privado de caza de Enrique VIII, un campamento militar, la primera calle de Londres en ser iluminada por la noche, duelos a muerte (si, si, de esos al amanecer), y acogió las celebraciones de fiestas, exposiciones, conciertos y festivales de música importantes.

Su lago (The Serpentine) además es un puntazo y puedes alquilar un barquito y navegar en sus aguas.

10. Mercadillo de Camden

lugares que visitar en Londres

Camden, Portobello, Bricklane, Borough… en Londres las opciones para disfrutar a tope de la vida callejera (y de alguna que otra compra) no faltan. En la ciudad hay decenas de mercadillos y, aunque la mayoría alcanzan su apogeo los domingos, durante la semana podrás encontrar muchas alternativas. Pero ¿cuál es para nosotros el mercado que merece la pena ver en Londres? Camden! Sin duda es uno de los más auténticos y con mucha-mucha-mucha personalidad.

Desde siempre Camden Town ha sido el centro neurálgico de entretenimiento, moda y música, y las tribus urbanas encuentran en sus calles un territorio perfecto para expresar su estética: hay metaleros, hipsters, góticos, rockeros y japoneses (estos no faltan nunca!). Así que, si mientras ojeas una tiendecita te topas con la versión inglesa de Marilyn Manson, no te asustes: es perfectamente normal!

El mercadillo de Camden nació en 1974 cuando unos hippies de la zona comenzaron a vender su ropa usada y sus artesanías. Paseando por los puestos encontrarás de todo: antigüedades, ropa, discos de música, libros y muchas, muchas curiosidades. Es muy difícil dar un paseo por este lugar e irse con las manos vacías. Incluso puedes llevarte como regalo un piercing o un tatuaje: la mayoría de locales fijos, coloridos y estrafalarios, son tiendas de tatuajes. Y no olvidemos la oferta gastronómica: hay cantidad de puestos de comida británica o étnica que probar. Para nosotros es una visita imprescindible en Londres!

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